martes, 16 de diciembre de 2008

EL ALQUIMISTA

"Parece mentira que algo tan pequeño pueda hacerme sentir tan grande".
Con esta frase comencé uno de los primeros diarios que escribí hace ahora 15 años, refiriéndome a un libro,y hoy he recordado el sentimiento que estaba experimentando en aquel instante.
Por aquel entonces, con 8 años, realicé semejante afirmación tras leerme un libro del Barco de Vapor titulado "Lumbánico, el planeta cúbico". Cuando lo acabé recuerdo que estaba emocionada, me sentía capaz de todo, de viajar a cualquier sitio, real o imaginario, comerme el mundo, ser alguien importante, con 8 años...
Parecidos a Lumbánico leí muchos libros que, como a cualquier niño, me hicieron soñar con ser princesa, exploradora, aventurera, y mil y una profesiones merecedoras de ser objeto de las ilusiones infantiles.
Luego pasé a otra fase en la que leía, o bien típicas novelas para adolescentes, en las cuales destaco a Jordi Sierra I Fabra y Lorenzo Silva como los mejores autores de éstas(a mi parecer), o bien clásicos románticos que me hacían desear y a la vez odiar el amor. Subrayo en este caso a Tolstoi y su "Anna Karenina", Jane Austen, o las hermanas Bronte.Por supuesto he de decir que este último tipo de libros aún los sigo leyendo una y otra vez y van conmigo a cualquier parte.
Y por fin llegó: "EL ALQUIMISTA". No sé exactamente que edad tendría cuando lo leí por primera vez. Supongo que 16 o 17 años, y lo cierto es que no consigo recordar cómo lo obtuve. Tras haber leído ya unos cuantos libros de Jorge Bucai, era bastante reacia a leer a Pablo Coelho, ya que a mí la autoayuda me toca un poquito las narices, y no se porqué en mi mente había relacionado a los dos autores con este tipo de "libros enseña a vivir".
Pero leer ese libro fue una gran experiencia, un cambio. Me hizo dejar de fantasear con cosas vanales, y empezar a codiciar sueños de verdad. Me hizo ser un poquito más consciente de lo que deseaba. Y lo mejor de todo es que al igual que a mí, este libro a conseguido este maravilloso objetivo con millones de personas.
Esta obra maestra es como un manual de los sueños y cómo llevarlos a cabo, y aún así hacía mucho tiempo que no la recordaba, no me preguntéis el porqué.
Pero hoy, y vuelvo al principio de esta historia, hoy ha venido mi agente del círculo de lectores, y me ha traído una edición especial de esta maravillosa publicación. Se había equivocado en el pedido, pero cuando lo he visto no he podido evitar rogarle que me lo dejara. Cuando "mi cartero de libros" se ha marchado, me he sentado en el sofá y he permanecido un instante observando el tomo, luego le he dado la vuelta, y allí estaba, la frase en la que se podría resumir este blog:
"Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño. Basta con aprender a escuchar los dictados del corazón y a descifrar un lenguaje que está más allá de las palabras, el que muestra aquello que los ojos no pueden ver."

Al finalizarla he vuelto a sentir ese cosquilleo, esa sensación de creerme "grande", poderosa, capaz de todo. Me ha recordado que tengo sueños que cumplir, y que si lo deseo de verdad, algún día se realizarán.

No podemos olvidar esta frase, porque con los tiempos que corren es muy fácil bloquearse en la realidad, y conformarse con cualquier cosa que nos ofrezcan con que sea un poco cómoda, aunque diste mucho de nuestras metas originales.
Nos vemos prontito.
Buskad vuestro sueño (y comprad lotería para que sea más fácil de conseguir).
CACE

lunes, 15 de diciembre de 2008

Tras un largo finde...

Lunes, me he levantado estupendamente, llena de fuerza para comenzar la contrarreloj hacia las navidades, sin un duro, pero feliz....
El fin de semana ha sido rarillo, surreal en parte y movidito. Empezaré desde el principio:
Como recordaréis el viernes tuve la cena del máster, y lamento deciros a los que apostasteis porque ese día sería mi reencuentro con la embriaguez, que no fue así en absoluto. Cenamos en un restaurante que yo no conocía y que es completamente recomendable: El Casa Mingo. Fue un banquete ameno, divertido (sobretodo a partir de la quinta botella de sidra) y barato. Tras nuestra larga presencia en el mesón, y tras haber conseguido enfadar bastante a los mesoneros, nos fuimos a Malasaña, esa zona blanco de mi devoción, y allí entramos en un bar muy tranquilo a tomarnos unos vinos y jugar un tabú. Sé que suena extraño para una cena de navidad un viernes por la noche, pero a nosotros nos gustó la idea, y como realmente era el único bar en el que se podía respirar, tampoco teníamos mucha opción. Conseguimos que casi nos echen por segunda vez del sitio en el que nos encontrábamos debido a nuestro alto volumen de voz, al parecer muy molesto para el resto de los allí presentes. Una vez abandonamos este último local (último en todos los aspectos) comenzó la odisea. Tuvimos nuestra primera baja al poco rato, Pablo, el cual estaba agotado tras un duro día que para él comenzó mucho más temprano que para el resto de nosotros.Como todos los bares estaban llenos o había que pagar, lo cual era una opción fuera de nuestras posibilidades, nos trasladamos a la zona de Huertas, esperando encontrar allí bares abiertos y con descuentos. En el camino sufrimos otras dos bajas, Marta y Ana, que oliéndose el percal que acontecería en las horas posteriores, decidieron abandonar.
Los siete que quedábamos, aún animados a pesar de todas las adversidades, marchamos a ese territorio conocido a nivel general por sus chupitos gratuitos, y a nivel del máster por una noche loca (y financiada por desconocidos) que tuvimos cuatro de nosotras. Cuando llegamos observamos que la gente desertaba de allí cual estampida. Al parecer Madrid se ha empezado a tomar muy en serio lo de los horarios impuestos al mundo de la noche tras el asesinato del chaval a manos de un portero, y a las 3:30 de la mañana ya no queda ningún bareto abierto. Anduvimos y anduvimos, como perdidos por el desierto sin agua ( alcohol) ni destino. Al final decidimos ir a casa de Carol en Lavapiés, no sin antes comprarle unas birras y algo de comida a un chino, el cual nunca encontramos. Fue una de esas noches en las que el universo te pone realmente difícil conseguir cualquiera de los objetivos que te propones, aunque sea lo más asequible del mundo. Sería cosa de la luna más llena del año...Al final acabamos comiendo espaguetis y charlando en casa Carol, y cuando la gente empezó a dar cabezadas nos marchamos cada uno a nuestros correspondientes hogares, los cuales estaban a una media de una hora de camino en tren...Madrid....Sobreviví.
Sábado, acontecimiento de la semana: Barça-Madrid. Quedé con Bea S para ver el partido en el bar de unos amigos. Como siempre llegamos un pelín tarde, pero bastante temprano para lo que acostumbramos. El partido fue superdivertido, al menos para mí, una de las pocas culés del local. para celebrarlo, empecé tomándome una copa por cada gol que metió mi equipo( 2 para quien no lo sepa ), y acabé bebiéndome una copa por cada gol que me huebiera gustado que metiera...(5 o 6). Así que sí, he de reconocer que en algún momento de la noche, entre Emboga y Pachá, fui un poco piripi, pero sólo lo justo...Los que apostasteis por el sábado, así sin venir a cuento habéis acertado,jejeje.
Fue una noche superdivertida, y estuve con Bea, que tenía un montón de ganas de verla, que nos pusieramos al día y echarnos unas risas, cosas que hicimos esa noche.
El domingo, resacosa y un poco descolocada, a las 9 de la noche tuve que volver a Getafe...otra vez el trenecito....Madrid...Sobreviví.
Y ese ha sido mi fin de semana, ahora a comenzar la semana con ímpetu, intentar dejar las cosas terminadas antes de las vacaciones, y a esperar ansiosa el jueves la llegada de mi prima Gisela, que tiemble Madrid.
Espero que vosotros hayáis pasado un finde igual de entretenido que el mío. Ánimo que aunque sea lunes, ya no queda nada para comer marisco, beber champán (o sidra mejor, q hay crisis), fumar aunque lo hayáis dejado, y cantar libremente sin que nadie os mire mal.
Buskad vuestro sueño.
CACE

jueves, 11 de diciembre de 2008

Hasta mañana

Tras una semana practicando mi nueva vida tranquila, lo cual no me ha resultado muy difícil puesto que he estado malísima de la garganta, he de informaros que mi decisión de no beber permanece intacta, aunque sé que lo realmente difícil comienza mañana con la primera cena de navidad.

El sábado pasado no sucumbí al pecado en una "reunión" con algunos amigos en Cáceres, me bebí una copita durante toda la noche y me fui para casa tan agustito.

Mañana disfrutaré de una cena con mis compañeros del máster, y no os voy a engañar, alguna cañita o vinito me tomaré, lo que pretendo es no dejarme engatusar por las luces navideñas de Madrid, la aparente felicidad que se vive en estas fechas, el barullo, el jolgorio y la diversión. No quiero convertirme en una de esas que le quitan las corbatas a sus jefes, o cuentan indiscreciones a sus compañeros (que no sepan aún…).

Lo cierto es que he elegido la peor fecha para hacer semejante apuesta conmigo misma (y al parecer también con vosotros) y con esto no digo que vaya a caer en la tentación de beberme hasta el agua de los floreros, que no lo voy a hacer… simplemente quiero que valoréis aún más mi gran cambio hacia un futuro mejor, y si no lo hacéis, intentadlo vosotros!!

De todas formas prefiero no adelantar acontecimientos, y seguir con esta historia el sábado, que seguro tendré mucho más que aportar.

¿Tenéis curiosidad por saber que pasa? Yo también...
Acepto apuestas...

Buskad vuestro sueño.
CACE

miércoles, 3 de diciembre de 2008

El kamino de la vergüenza


Hay veces en la vida, que dejas de controlar tu mente, la cual empieza a ir por libre, y ves que eres incapaz de volver a ponerla en su sitio. Es entonces cuando el cuerpo decide darte un toKe de atención para que no se te olvide que él también es importante y que no puedes hacer lo que te de la gana, que tiene un límite que ya has traspasado hace un tiempo...
En esos momentos en los que tu mente no hace caso a tu cuerpo y sigue a su ritmo, la única forma de volver a hacerte consciente de la realidad es con un susto.
No he tenido muchos de estos sobresaltos en mi vida, pero siempre han supuesto grandes cambios para mí.
Normalmente no obedezco a razones cuando las cosas van mal, soy de las que miran hacia otro lado esperando que mi vida se solucione sola, sin darme cuenta de que la bola de nieve se hace cada vez más y más grande. Por eso estas "pequeñas" alarmas son muy trascendentales para mí, porque me ocurren cuando esa superbola de nieve está apunto de caerme encima y aplastarme, obligándome a practicar un giro de 180 grados en mi vida.
Hoy es uno de esos días en los que me planteo dejar la mala vida a la que me estoy acostumbrando también aquí en Madrid, proyectando nuevos propósitos y metas, tanto a corto como a largo plazo, y el primero de ellos va a ser no beber hasta el día de Nochebuena, y tras este día seguir sin beber una larga temporada más. Diréis que vaya tópico después de haberme cogido el peo todos los días de la semana pasada y haber estado reponiéndome durante dos días de la resaca maligna, pero os puedo asegurar que tras una semana denigrante con un fatídico final, hoy por fin estoy tranquila y me siento con fuerzas para volver a empezar de otra manera.
Sé que igual os tengo un poco perdidos porque cuento las cosas muy superficialmente, asi que os pongo un poco en situación del porqué de mi decisión de reformar mi vida:

Mi sueño desde que tengo uso de razón: ser periodista
Mi otro sueño: vivir en Madrid

Si juntamos los dos llegamos al punto en el que estoy ahora en mi vida.
Y os preguntaréis que cual es el problema si estoy realizando mis dos grandes sueños, pues bien, eso me gustaría saber a mí.
Se suponía que venía para cambiar mi vida, para realizar uno de los saltos más grandes que voy a dar en mi camino, y de repente me he visto completamente estancada. Mi deducción es que aunque físicamente estuviera realizando una gran transformación: mudanzas, nuevos estudios, nueva ciudad, nuevo piso, nuevos amigos... , mentalmente no me había cambiado el chip, no estaba preparada, seguía en Salamanca.
Así pues he andado de un lado para otro durante dos meses, de fiesta en fiesta, dejando a un lado mis obligaciones reales,y haciéndome cada vez más pequeña. Pero por suerte para mí, la metamorfosis ha ocurrido a tiempo, evitando que desaparezca del todo.
Esto sirve como moralina para que comprendamos que la búskeda de nuestro sueño no siempre es fácil, que conseguirlo es una tarea realmente estoica, y que a veces nos desviamos un poco del objetivo, para entrar en un camino, "el kamino de la vergüenza", que es el más eficaz para abrirnos los ojos.

Creo que por hoy es suficiente, os iré informando de mi nueva,tranquila y apacible vida.
Buskad vuestro sueño (pero con cuidado)
CACE